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Tabaquismo y enfermedades respiratorias: una combinación de alto riesgo

Paulina Cárdenas, académica de la Facultad de Enfermería de la Universidad Andrés Bello y magíster en Salud Pública, advierte sobre los graves efectos del tabaquismo en infecciones respiratorias comunes y destaca la importancia de dejar de fumar para prevenir complicaciones severas y evitar muertes prematuras.

Meridional Radio 30-05-2025 / 18:46:50

El consumo de tabaco sigue siendo una amenaza para la salud pública en Chile, a pesar de la reducción sostenida en su prevalencia, sobre todo en los efectos agravantes del tabaquismo frente a enfermedades respiratorias comunes como el resfriado o la bronquitis.

Si bien las cifras recientes muestran una disminución significativa del consumo en población escolar, una baja del 73% en los últimos 10 a 15 años, pasando del primer al décimo tercer lugar en prevalencia a nivel latinoamericano, el panorama sigue siendo preocupante.

Según el Plan Nacional de Educación “El tabaco y sus daños para la salud, el medio social y ambiental 2021-2025”, en Chile mueren diariamente 52 personas por causas atribuibles al consumo de tabaco, siendo las principales la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el cáncer de pulmón y enfermedades cardíacas, todas ellas prevenibles.

“Una persona fumadora que contrae una infección respiratoria, como un resfriado común o una bronquitis, puede experimentar síntomas considerablemente más severos que quienes no fuman. Esto se debe a que el tabaco daña las células que recubren las vías respiratorias y deteriora la función del sistema mucociliar, que es clave para eliminar secreciones, virus y bacterias de los pulmones”, explica la académica de la Facultad de Enfermería de la Universidad Andrés Bello Paulina Cárdenas y magíster en Salud Pública.

Síntomas y otros daños

“Las personas fumadoras, en caso de contraer algún virus respiratorio, sufren de una tos más persistente, mayor producción de flema, disnea (dificultad para respirar) y una recuperación más lenta, que en casos vulnerables, como enfermos crónicos o adultos mayores, puede requerir hospitalización o incluso terminar en una muerte prematura”, indica la docentes, ya que “el resfriado puede derivar en una bronquitis crónica o desatar una exacerbación de una EPOC, especialmente si ya hay daño estructural en los pulmones”.

Otra consecuencia menos conocida del tabaquismo es su efecto sobre el sistema inmunológico, debilitando tanto la inmunidad innata como adaptativa. “Esto compromete la respuesta del organismo frente a virus como la influenza, el rinovirus o el virus sincicial respiratorio, aumentando la duración y severidad de las infecciones, así como el riesgo de complicaciones sistémicas como fiebre alta y malestar general”, destaca la docente.

Alerta cardiaca

Además, la interacción entre infecciones respiratorias y el tabaco puede incrementar el riesgo de eventos cardiovasculares como infartos o accidentes cerebrovasculares. Esto se debe al aumento de la inflamación sistémica, el estrés oxidativo y la activación de mecanismos de coagulación.

Frente a este escenario, la experta recalca que las personas fumadoras deben estar especialmente alertas a los síntomas respiratorios y consultar precozmente con un profesional de salud. “La medida más eficaz para protegerse es dejar de fumar. Esto no solo mejora la función pulmonar, sino que también fortalece el sistema inmunológico y reduce significativamente el riesgo de complicaciones graves”, concluye.



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