La Mesa del Convenio Educación–Salud cerró el año destacando el impacto de la Ley 21.430, más de 20 mil controles realizados desde 2017 y el compromiso regional por detectar riesgos tempranos, acompañar a estudiantes y fortalecer la prevención en los establecimientos.
En Punta Arenas se desarrolló la última reunión del año de la Mesa de Trabajo del Convenio Educación–Salud, instancia que reunió a profesionales de CORMUPA, del Servicio de Salud, CESFAM, CECOSF, Hospitales Comunitarios, SLEP y la Seremi de Educación. El objetivo: avanzar en la difusión e implementación progresiva de los controles integrales de salud para niños, niñas y adolescentes, una estrategia reforzada por la Ley 21.430.
La actividad se suma a las jornadas de salud adolescente realizadas en Natales, Porvenir y Puerto Williams, con participación de establecimientos educacionales voluntarios y equipos de salud de toda la región.
El Seremi (s) de Salud, Eduardo Castillo Vera, destacó que la alianza entre ambos sectores ha permitido avanzar sostenidamente en prevención y acompañamiento estudiantil. “Este trabajo intersectorial nos permite identificar riesgos tempranos, fortalecer factores protectores y asegurar apoyo oportuno. La articulación entre escuelas, familias y equipos de salud es clave para promover bienestar desde la primera infancia”, señaló.
Castillo subrayó además que la alta cantidad de controles realizados directamente en establecimientos demuestra que el sector Educación “se ha consolidado como un aliado estratégico”, facilitando el acceso para miles de estudiantes.
El Seremi de Educación, Valentín Aguilera, reafirmó el compromiso del sector: “La educación y la salud son pilares inseparables para el desarrollo pleno. Seguiremos trabajando para que cada estudiante cuente con condiciones seguras y saludables para aprender y crecer”.
Los controles escolares —que requieren consentimiento informado de padres o tutores— evalúan crecimiento, nutrición, visión, audición y otros aspectos clave. En el caso de adolescentes entre 10 y 19 años, el control integral incluye salud física, salud mental, consumos de riesgo, sexualidad responsable y contexto familiar. Bajo el principio de autonomía progresiva, los propios adolescentes firman su consentimiento, junto al apoyo familiar.
La región cuenta además con “Espacios Amigables de Adolescentes” en CESFAM de Punta Arenas y Puerto Natales, que atienden de 17:00 a 20:00 horas con equipos especializados.
Más de 20 mil controles realizados entre 2017 y 2024 reflejan el compromiso regional con la salud estudiantil. Para cerrar 2025, se acordó digitalizar y difundir masivamente los consentimientos y materiales informativos durante la matrícula 2026, fortaleciendo la prevención y asegurando que toda la comunidad educativa comprenda la relevancia de estos controles para el bienestar de la niñez y adolescencia en Magallanes.