La inclusión es más que igualdad y requiere participación activa

Por Belén Salinas, directora de Inclusión Laboral de la Fundación Miradas Compartidas.

Constanzaarmijo195 05-02-2025 / 14:49:47

En nuestra sociedad, a menudo se confunden los conceptos de igualdad e inclusión, especialmente en relación con las personas con discapacidad. La igualdad implica ofrecer las mismas oportunidades a todos, sin distinción. Sin embargo, la inclusión va un paso más allá: se trata de garantizar que cada individuo no solo tenga acceso, sino que también participe plenamente en todas las facetas de la vida.


Un ejemplo común es invitar a una persona con discapacidad a un evento social o a nuestro hogar. Aunque esta acción demuestra una intención de igualdad, la verdadera inclusión se manifiesta en cómo interactuamos con esa persona durante el encuentro. Si, tras extender la invitación, nos limitamos a observar desde la distancia, evitamos el contacto o no facilitamos su participación activa, estamos fallando en ser inclusivos.


La inclusión implica eliminar barreras, ya sean físicas, comunicativas o actitudinales, que impiden la plena participación de las personas con discapacidad en la sociedad. Esto abarca desde garantizar accesos adecuados y proporcionar información en formatos accesibles, hasta fomentar actitudes de respeto y comprensión.


Es fundamental reconocer que cada persona es única y puede requerir diferentes tipos de apoyo para participar plenamente. Por eso, el concepto inclusión no implica tratar a todos por igual, sino de proporcionar a cada individuo lo que necesita para alcanzar su máximo potencial y sentirse parte integral de la comunidad.


En el ámbito laboral, por ejemplo, la inclusión no solo consiste en contratar a personas con discapacidad, sino en asegurar que tengan las herramientas, adaptaciones y el ambiente necesario para desempeñar sus funciones de manera efectiva, sintiéndose valoradas en su lugar de trabajo.


La verdadera inclusión requiere una participación activa y consciente. No basta con abrir las puertas; debemos acompañar, interactuar, apoyar y, sobre todo, aprender de las experiencias compartidas.


Solo así construiremos una sociedad donde la diversidad sea celebrada y todos, sin excepción, tengamos un lugar en la mesa.

Constanzaarmijo195