Hoy se celebra el Día de la Música Chilena

¡Feliz cumpleaños, Violeta! ¡Feliz Día de la Música Chilena! Esta celebración se realiza anualmente con el objetivo de que artistas emergentes y consagrados se reúnan en torno a la música nacional. Desde 2015, por ley se celebra cada 4 de octubre, misma fecha que marca el natalicio de la cantautora, pintora, escultora y bordadora, Violeta Parra.
Existe controversia sobre su lugar de nacimiento. En el sitio de la Fundación Violeta Parra se afirma que la folclorista nació el 4 de octubre de 1917 en San Fabián de Alico, localidad ubicada al este de San Carlos. En cambio, la Municipalidad de San Carlos afirma —en su sitio oficial y en un cartel a la entrada de la ciudad— ser «la cuna de Violeta Parra» y la casa ubicada en la calle El Roble #531-535 fue declarada monumento histórico en 1992 porque supuestamente allí habría nacido la cantante.
En 1953 grabó los exitosos sencillos «Casamiento de negros» y «Qué pena siente el alma», que se convirtieron en dos de sus canciones más conocidas. En 1954 mantuvo en la Radio Chilena el programa Canta Violeta Parra, y ganó el Premio Caupolicán a la folclorista del año, lo que le valió una invitación para presentarse en un festival juvenil en Varsovia (Polonia). Aprovechó este viaje para recorrer la Unión Soviética y partes de Europa. Fue particularmente provechosa su estancia en París, donde grabó sus primeros larga duración —Guitare et chant: chants et danses du Chili (1956) y una serie de canciones grabadas que se editaron en diversas compilaciones posteriormente—, que incluían exclusivamente canciones recopiladas del folclore chileno. El éxito obtenido en Europa era inédito para cualquier artista chileno, y Violeta se llenó de inspiración y creatividad. Fue en París donde se enteró de la muerte de su hija Rosa Clara.
Regresó a Chile en 1957 y en noviembre se fue con sus hijos Ángel y Carmen Luisa a Concepción, contratada por la universidad penquista. Allí fundó, al año siguiente, el Museo Nacional del Arte Folklórico y posteriormente regresó a Santiago.
Mientras que para muchos resulta paradójico que la autora de «Gracias a la vida», un himno a la existencia, se suicidara un año después de escribirla, otros críticos de su obra perciben en la letra, en el estilo de musicalización, en los tonos usados y en la monotonía de sus temas el reflejo de un estado de ánimo depresivo y una canción de despedida.