El portaaviones USS George Washington recaló por unas horas en Punta Arenas
Descubre cómo un coloso marítimo supera en tamaño al emblemático Costanera Center. ¡Continúa leyendo para asombrarte!
El portaaviones USS George Washington, una verdadera fortaleza sobre el agua, ha elegido las extensas costas chilenas para llevar a cabo ejercicios militares de gran escala. Este gigante, perteneciente a la aclamada clase Nimitz, arribó a Chile desplegando capacidad e ingeniería superior, ofreciendo un espectáculo de poderío tecnológico y colaboración internacional.
La Armada de Chile, representada por la fragata multipropósito Almirante Blanco Encalada, acompaña al coloso americano en su ruta surcando desde Punta Arenas hasta Valparaíso. Este despliegue busca no solo demostrar habilidades tácticas, sino también afianzar lazos de cooperación e interoperabilidad entre afluentes marítimos aliados.
Luego de aproximadamente 8 horas de navegación, las unidades de la US Navy arribaron a la capital de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena para quedar “a la gira” a la altura del muelle Prat. Acto seguido, autoridades nacionales, lideradas por la ministra de Defensa, Maya Fernández; el Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Juan Andrés De la Maza; y representantes del Estado Mayor Conjunto y del Ministerio de Relaciones Exteriores, además de autoridades locales, abordaron la unidad para sostener un encuentro protocolar con los mandos de esta fuerza de tarea norteamericana.
Más que una embarcación, el USS George Washington es un símbolo del dominio estadounidense en los mares. Su eslora de 330 metros, la manga de 78 metros y una altura que desafía las estructuras más altas, lo convierten en un referente de tamaño y capacidad. Además, alberga una comunidad equivalente a un pequeño pueblo: 3.200 tripulantes y 90 aeronaves capaces de proyectar fuerza en cualquier rincón del globo.
La importancia trasciende lo puramente estratégico. Mientras se desplaza majestuoso, esta obra de ingeniería nuclear realiza funciones cruciales para la seguridad en alta mar, combatiendo amenazas emergentes como el terrorismo y la piratería. El mensaje es claro: la seguridad y la paz son la apuesta predilecta, con Chile como aliado y contexto para este despliegue de fuerza y diplomacia.
La presencia del portaaviones USS George Washington es, sin duda, un hito en las relaciones navales y un verdadero espectáculo de poderío marítimo. No todos los días se tiene la posibilidad de hablar de una embarcación que, en teoría, cubriría la Alameda desde el Paseo Ahumada hasta la Plaza de la Ciudadanía si se situara de forma vertical. Es un recordatorio del engranaje perfecto entre marinería, tecnología, y la constante búsqueda de un equilibrio en los mares del mundo.