El poder del descanso al practicar deporte
Cuando se trata de ejercicios, es más fácil asumir que más es mejor, pero según señalan fisiólogos y psicólogos deportivos, es importante tomarse un día libre o ciertos descansos para ir mejorando. Según indica Pete McCall, fisiólogo del ejercicio y autor de Ageless Intensity: High Intensity Workouts to Slow the Aging Process, “hay un punto de rendimiento decreciente en el que hacer más ejercicio no generará más beneficios, por lo que a veces hacer menos es mejor”. Bajo ese contexto, Fitbit aconseja utilizar el nivel de recuperación diaria, disponible en Fitbit Premium, que permite comprender si el cuerpo se encuentra […]
Cuando se trata de ejercicios, es más fácil asumir que más es mejor, pero según señalan fisiólogos
y psicólogos deportivos, es importante tomarse un día libre o ciertos descansos para ir mejorando.
Según indica Pete McCall, fisiólogo del ejercicio y autor de Ageless Intensity: High Intensity
Workouts to Slow the Aging Process, “hay un punto de rendimiento decreciente en el que hacer
más ejercicio no generará más beneficios, por lo que a veces hacer menos es mejor”.
Bajo ese contexto, Fitbit aconseja utilizar el nivel de recuperación diaria, disponible en Fitbit
Premium, que permite comprender si el cuerpo se encuentra realmente listo para un entrenamiento desafiante o si necesita más tiempo para descansar.
Todos sabemos que una carrera larga o un entrenamiento HIIT son buenos para el corazón, la
mente y el cuerpo. Pero eso no significa que se deban realizar a diario. Por beneficioso que sea, el
ejercicio ejerce mucha presión sobre el cuerpo, poniendo a prueba los músculos, articulaciones,
tendones y huesos. Asimismo, el exceso de ejercicios puede causar inflamación y agotar el estado
de ánimo, energía y salud inmunológica.
Hay una diferencia entre decir “tengo que hacer mi carrera y quiero hacer mi carrera”, menciona
Greg Dale, PhD y director del programa de psicología y liderazgo deportivo de la Universidad de
Duke. “Si siempre sientes que el ejercicio es algo que tienes que hacer, es una señal de que
necesitas tomar un descanso”.
Otras variables pueden ser algún dolor muscular fijo, una frecuencia cardíaca elevada que no
vuelve a la normalidad unas pocas horas después del ejercicio o una caída en la variabilidad de la
frecuencia cardíaca, indica McCall. “Pero el signo revelador número uno, es que tienes problemas
para conciliar el sueño”.
Si bien la cantidad ideal de días de ejercicio varía de persona a persona, podría ser recomendable dividir la actividad física semanal en estos tres niveles:
2 a 3 días a la semana: Entrenamientos más duros, hasta el punto de quedar sin aliento.
2 a 3 días a la semana: Ejercicio de ligero a moderado, como una carrera corta de
recuperación, una caminata o una caminata larga, respirando más rápido de lo normal, pero
no sin aliento.
1 o 2 días a la semana: Actividades ligeras que no sean ejercicio, como trabajar en el jardín,
limpiar la casa o jugar con los hijos.