Impacto mediático: Boric y Karamanos en la mirada global

La confirmación del término de la relación entre el Presidente de Chile, Gabriel Boric, y su pareja Irina Karamanos ha resonado más allá de los Andes. El impacto mediático internacional llevó a grandes diarios a reflejar la noticia en sus titulares, evidenciando la relevancia del suceso a nivel global.

El prestigioso medio español, El País, se hizo eco del asunto profundizando en las palabras del mandatario chileno: 'ninguno de los dos tiene nuevas parejas', señalaba este rotativo, mientras situaba el desenlace amoroso en el contexto de una relación cercana a los cinco años de duración, e ilustraba su cobertura con detalles de la publicación hecha por Boric en Instagram.

Francia no se quedó atrás, con France24 resaltando también la negativa de futuras parejas y la promesa de una compañía eterna. Mientras tanto, desde el otro lado del Río de la Plata, Clarín de Argentina ponía de relieve la rumorología previa a la confirmación oficial, y la notable ausencia de Karamanos en actos oficiales recientes.

Infobae, otro gigante de la prensa argentina, marcaba los antecedentes del anuncio, citando ejemplos específicos de la disminución de la presencia de Karamanos al lado de Boric, especialmente en momentos significativos para la nación como los Juegos Panamericanos.

Por su parte, 'El Comercio' de Perú también detallaba las circunstancias que dieron pie a la ruptura, incluso mencionando los registros visuales que evidenciaban al presidente en situaciones cotidianas, alejado de la que había sido su morada común con Karamanos.

Finalmente, El Tiempo de Colombia abordaba el tema desde la perspectiva de la polémica. Nos presentaba un Boric captado por cámaras de seguridad en escenarios que, hasta entonces, habían permanecido fuera del foco público, subrayando la curiosidad y el debate que tales imágenes habían despertado.

El mismo presidente Boric escribió en su cuenta Instagram;

"Irina es una mujer extraordinaria, en todas las dimensiones en que se puede entender a una persona. De una curiosidad infinita por los misterios de la vida porque sobre todo tiene ganas de vivirla. Es generosa como nadie, tenga poco o mucho, siempre va a compartir porque su manera de entender las relaciones es desde la empatía más profunda que sólo tiene sentido cuando nos entendemos como seres dignos del mismo respeto. Es inteligente, aguda, de una imaginación desbordante y tremendamente dedicada en las tareas que se impone. Yo la admiro infinito.

Fuimos compañeros de vida por casi 5 años. Compartimos la complicidad de un proyecto colectivo que nos llevó, junto con tantas y tantos compañeros a desafíos insospechados que siempre hemos enfrentamos con lo mejor de nosotros. Compartimos también el cariño y el amor en los momentos dulces pero sobre todo en los difíciles, aquellos en donde pareciera que es más fácil dejar de remar porque las fuerzas no alcanzan. Pero ella siempre tuvo fuerzas que venían de una historia más larga que a su vez me empujaron a mi a seguir.

Hace un par de semanas decidimos separar nuestros caminos en lo relativo a nuestra relación de pareja por visiones distintas sobre el futuro íntimo. Pero decidimos (sabemos más bien) que vamos a seguir siendo compañeros para siempre.

En lo personal soy una persona con virtudes y defectos, como todos. Y a veces el futuro personal se me llenaba de tormentas en las que ella siempre fue un faro para no encallar. No tengo nada, absolutamente nada que reprocharle.

Para los apostadores de posibles miserias ajenas, les cuento que estamos bien, que ninguno de los dos tiene otras parejas y todo ha sido conversado largamente como dos personas que han vivido juntos los años más intensos de nuestras vidas. Que nos queremos infinito y nos seguiremos queriendo. Sabemos que en estos días las especulaciones estarán a la orden del día y si bien nos hubiese gustado vivir este proceso en privado, ambos entendemos que es mejor contar nosotros esta historia y así dejar que los que gustan de inventar o proyectar en otros sus deseos inconfesos no les quede más que su propio eco".