El Cambio de Ruta del Gobierno y la Convocatoria al Cosena
Descubre en este artículo el sorprendente cambio de postura del Gobierno frente al Consejo de Seguridad Nacional en menos de un mes.
A principios del recién comenzado año, el Consejo de Seguridad Nacional (Cosena) parecía tener un rol marginal en la estrategia del gobierno para abordar los desafíos de seguridad del país. La misma portavoz del Ejecutivo, Camila Vallejo, lo había reducido a un ente de poco impacto práctico, limitado a emitir opiniones y diagnósticos.
Sin embargo, el curso de los acontecimientos y las crecientes tensiones por los sucesos de violencia y criminalidad han obligado a un reajuste en la táctica gubernamental. La urgencia de robustecer las medidas de seguridad condujo al Presidente Gabriel Boric a convocar sorpresivamente al Cosena, en busca de asesoramiento para la implementación de un proyecto clave para la infraestructura crítica del país.
La convocatoria no sólo busca nutrirse de la sabiduría colectiva del organismo, sino que también pretende recoger los puntos de vista de las fuerzas opositoras y de otros actores no alineados que han ejercido presión. Boric, quien en el pasado se mostraba escéptico ante el rol del Cosena, ahora ve en él un foro esencial para la discusión parlamentaria y la toma de decisiones en materia de protección civil y militar.
Esta transformación demuestra la flexibilidad política y la capacidad de adaptación ante nuevas circunstancias, evidenciando que incluso voces críticas anteriores pueden encontrar en el Cosena un aliado estratégico. Además, revela la disposición del gobierno a considerar diversas perspectivas para enfrentar el desafío de la violencia, una amenaza que requiere respuestas ágiles y consensuadas.
Reflejando la posición cambiante del ejecutivo, la ministra Vallejo recalca que están en constante evaluación de las propuestas, apuntado a soluciones eficientes y efectivas. Este episodio reafirma la dinámica de la política, donde la evolución de los contextos lleva a los gobernantes a replantearse estrategias y a recurrir a instituciones que pueden ofrecer orientación clave en momentos críticos.
Así, lo que comenzó como un enero donde el Cosena parecía relegado a un segundo plano, sorpresivamente en febrero se vuelve una pieza central en el ajedrez político del Gobierno. En este giro de 180 grados, el coseno se convierte en una plataforma vital para el debate y la construcción de políticas de seguridad nacional más sólidas y coherentes, marcando un nuevo capítulo en la administración de Gabriel Boric.