2022_09_08_16_04_03_familia_real_britanica_02_uk_royal_family_structure_exlarge_169.jpg_780_438_

Carlos lamenta la muerte de su madre en un emotivo comunicado como nuevo rey

Carlos, el hijo de la reina Isabel y el nuevo rey del Reino Unido, emitió un comunicado en el que lamenta la muerte de la monarca. Él lo llamó el “momento de mayor tristeza para mí y todos los miembros de mi familia”. La muerte de mi querida madre, Su Majestad la reina, es un momento de gran tristeza para mí y para todos los miembros de mi familia. Lamentamos profundamente el fallecimiento de una muy querida soberana y una madre muy amada. Sé que su pérdida se sentirá profundamente en todo el país, los reinos y la Mancomunidad Británica, […]

Meridional Radio 08-09-2022 / 16:07:19

Carlos, el hijo de la reina Isabel y el nuevo rey del Reino Unido, emitió un comunicado en el que lamenta la muerte de la monarca.

Él lo llamó el “momento de mayor tristeza para mí y todos los miembros de mi familia”.

La muerte de mi querida madre, Su Majestad la reina, es un momento de gran tristeza para mí y para todos los miembros de mi familia. Lamentamos profundamente el fallecimiento de una muy querida soberana y una madre muy amada. Sé que su pérdida se sentirá profundamente en todo el país, los reinos y la Mancomunidad Británica, y en innumerables personas en todo el mundo”, escribió.

Y añadió: “Durante este período de duelo y cambio, mi familia y yo seremos consolados y sostenidos por nuestro conocimiento del respeto y el profundo afecto en el que se tenía a la reina”.

Carlos, el príncipe con la espera más larga de la historia para subir al trono

El nuevo jefe de Estado del Reino Unido llevará el nombre de Carlos III, tras la muerte de la reina Isabel II, dijo este jueves la primera ministra británica, Liz Truss.

Algunos describen un personaje afable, encantador, alegre, un intelectual perdido en un mundo que no es el suyo, un precursor, amigo sensible, un padre y un abuelo apegado a los suyos. Otros destacan un tren de vida de otra época que habría indignado incluso a sus propios padres, un lunático depresivo, un conservador camuflado bajo la apariencia de un reformista, hasta un activista que, lejos de la neutralidad que se espera de un heredero al trono, habría amenazado el futuro de la corona con sus posiciones públicas. Pero, ¿cuál es la característica principal de ese personaje de 74 años que se apresta a subir al trono del Reino Unido tras al anuncio de la muerte de Isabel II? Sin duda la de ser un hombre nacido con un destino excepcional, pero terminó siendo un súbdito durante toda su vida. Tanto, que será recordado como el heredero que batió el récord de la espera más larga de la historia para subir al trono.

De frente, muestra una cara afable aunque un poco cansina, la sonrisa colgada en la comisura de los labios, la mirada atenta y casi maliciosa. De perfil, Su Alteza Real el príncipe Charles Philip Arthur George, príncipe de Gales, conde de Chester, duque de Cornualles, duque de Rothesay, conde de Carrock, barón de Renfrew, Lord de las Islas, príncipe y gran senescal de Escocia, más una serie interminable de condecoraciones militares y privadas (KG, KT, GCB, OM, AK, QSO, PC, ADC) se parece al retrato de un gentilhombre del siglo XVI pintado por Hans Holbein, suspendido de una cornisa del castillo de Windsor. Tiene el porte altivo y la tez bronceada de condottiere apasionado por los combates y dueño de un orgullo sin límites… Sin embargo, esa desenvoltura de fachada, disimula un alma contemplativa y un temperamento afanoso.

Es un espíritu particular, como solo sabe -a veces- producir la deliciosa Inglaterra. A la vez accesible e inaccesible, idealista y práctico, tradicional y radical. Oculto en el bucólico paisaje de Glouchestershire, 200 kilómetros al oeste de Londres, el jardín de su castillo de Highgrove se le parece, asociando lo banal y lo magnífico, lo revolucionario y lo clásico, el orden y el desorden. Lo paradójico de ese sitio ilustra maravillosamente al dueño de casa. De hecho, para exponer su concepción de la monarquía británica, Carlos suele invocar al león y el unicornio del estandarte real. Por un lado el deber, por el otro la imaginación. Esa dualidad se enraiza en una trayectoria que no tiene nada de linear.

El primer hijo de la princesa Isabel y del duque de Edimburgo nació el 14 de noviembre de 1948 en el Palacio de Buckingham, y su infancia estuvo teñida de un rigor militar que nunca dejó lugar a la extravagancia ni a la espontaneidad. Debido al racionamiento de la postguerra, la vida entonces era frugal mientras sus padres, acaparados por los deberes oficiales, nunca le acordaron el amor que esperó de ellos.