Cáncer en Chile: la otra pandemia
Hace poco se dio a conocer que, por primera vez, el cáncer es la principal causa de muerte en Chile. Esta enfermedad que afecta cada vez más a los chilenos se caracteriza por el desarrollo de células anormales que se multiplican rápidamente y no mueren. Estas células forman un tumor, invaden tejidos cercanos o se diseminan, es decir, hacen metástasis extendiéndose a otras partes del cuerpo. Este desarrollo de células anormales puede afectar a una gran cantidad de órganos y provocar cáncer en distintas ubicaciones destacándose cuello uterino, mama, pulmón, colon, próstata, piel, entre muchos otros. Se estima que esta […]
Hace poco se dio a conocer que, por primera vez, el cáncer es la principal causa de muerte en Chile. Esta enfermedad que afecta cada vez más a los chilenos se caracteriza por el desarrollo de células anormales que se multiplican rápidamente y no mueren. Estas células forman un tumor, invaden tejidos cercanos o se diseminan, es decir, hacen metástasis extendiéndose a otras partes del cuerpo. Este desarrollo de células anormales puede afectar a una gran cantidad de órganos y provocar cáncer en distintas ubicaciones destacándose cuello uterino, mama, pulmón, colon, próstata, piel, entre muchos otros.
Se estima que esta patología es la segunda causa de muerte a nivel mundial. Sin embargo, un diagnóstico oportuno mejora considerablemente el pronóstico de vida de las personas afectadas en algunos tipos de tumores. “Si bien el cáncer es una enfermedad que se presenta en distintos tipos de pacientes, es más frecuente
que lo padezcan quienes no llevan una vida saludable y tengan factores de riesgo como obesidad, tabaquismo y sedentarismo. El aumento en las expectativas de vida de nuestra población influye en la incidencia de esta patología”, señala el Dr. Carlos Rojas, jefe de oncología médica de Clínica Universidad de los Andes.
Una población más longeva es más susceptible a generar esta enfermedad. Esto se produce porque con el paso de los años nuestras células acumulan un mayor número de mutaciones en su ADN, que las predispone en transformarse en células cancerígenas. Según el Observatorio Global del Cáncer (plataforma de estadísticas sobre cáncer de la OMS), las personas sobre los 75 años tienen un 28,3% de mayor riesgo de morir por esta enfermedad respecto a la gente de menor edad.
Asimismo, el COVID-19, también ha sido determinante en el aumento de muertes por cáncer, debido al diagnóstico tardío que se ha producido en este periodo. Según un estudio publicado por la Escuela de Salud Pública de Harvard en conjunto con un grupo de la Universidad Católica en la revista The Lancet, se estimaron 3.200 más muertes debido al impacto del COVID-19 en el cáncer en nuestro país solo en 2021. Además, proyectaron 3.300 muertes más entre 2022 y 2025.
Ante este escenario, es importante prestar atención a algunos síntomas como:
Fatiga
Aumento o pérdida de peso no intencional
Aparición de un bulto palpable bajo la piel
Tono amarillo o enrojecido
Cambios en lunares
Aparición de llagas difíciles de curar
Cambios al orinar o defecar
Dificultad para respirar o tragar
Tos persistente o voz ronca
Indigestión persistente y permanente
Dolor muscular sin una causa aparente
Sudoración nocturna
Aparición de hematomas
El 4 de febrero, se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer, una fecha que invita a concientizar la importancia que tiene el diagnóstico precoz, que permite un mejor pronóstico para el paciente, y la práctica de hábitos de vida saludables.
Fuente: Clínica U. Andes